Artículo de opinión publicado en La Vanguardia – 27 de setiembre de 2016. (Página 9)
Se requiere coaching de Innovación
Innovación sí pero no como un hecho aislado, Innovación como Cultura dentro de la organización empresarial. Considerar que la Innovación es un aspecto estratégico supone que los directivos modifiquen algunos paradigmas al dirigir y entender la innovación. La Cultura de la Innovación implica un liderazgo que transforme transversalmente la empresa y no admite delegación.
A priori, los directivos focalizan la innovación en el producto y mejora de la competitividad pero la puesta en marcha de nuevas ideas transforma otros aspectos empresariales. Desarrollar una Cultura de la Innovación desde el liderazgo de la dirección implica un cambio de actitud hacia la novedad, la diversidad de propuestas y la experimentación, lo que requiere actitudes aperturistas en primera persona. Es distinto que te gusten los deportes como espectador o aficionado que ser deportista. Si practicas la innovación contagias innovación a todos los miembros de la organización. Forma parte del estilo de dirección.
Cualquier proceso que implique transformar actitudes y comportamientos en las organizaciones requiere tiempo, entrenamiento y acompañamiento especializado (interno o externo) durante el proceso. Simplificar innovación con procesos de brainstorming que llenan paredes de post-it no es innovación. Aunque la creatividad es un factor que acompaña a la innovación curiosamente el Pensamiento Creativo está ausente en los planes de estudios de las carreras universitarias y tampoco es frecuente en estudios de postgrado o MBA. Según un estudio realizado por IBM el 60% de los CEO encuestados consideran la creatividad como la cualidad más importante para el éxito en los negocios.
Al igual que ocurrió en otros ámbitos, como el de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL), muchas empresas transformaron la PRL en un valor empresarial apoyándose en técnicos especializados, pues al igual que la cultura preventiva la Cultura de la Innovación precisa de un liderazgo directivo apoyado por profesionales que promuevan y potencien la creatividad, apliquen metodologías ágiles, desplieguen la vigilancia tecnológica y de competidores y desarrollen estrategias de innovación abierta incorporando a los clientes en la Cultura de Innovación Empresarial. La puesta en marcha de Programas que desarrollen la Cultura de la Innovación responderá a diferentes objetivos, uno de ellos sin duda será nutrir al Departamento de I+D de la empresa. La innovación precisa de todos los empleados y requiere la capacidad de generar canales, herramientas, entornos y líderes, también intermedios, que enriquezcan el I+D de la empresa.
La figura del facilitador de creatividad y de innovación o “coaching para innovar” adquiere protagonismo para generar Cultura de la Innovación en la Empresa. La cita de Albert Einstein se hace imprescindible para los ejecutivos que duden sobre si es o no oportuno desarrollar una Cultura de la Innovación, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.