Siguiendo con la colección de entradas sobre ámbitos y formas de interacción de los Telecentros con su territorio y con las personas, pensando en clave de Telecentros de Segunda Generación o Telecentros del siglo XXI quiero detenerme en el fantástico papel que los Telecentros pueden desarrollar con los jóvenes para impulsar programas, actividades orientadas a que los jóvenes aprendar a programa igual que aprenden a escribir.
No voy a incluir en esta entrada ninguna referencia, estadística ni estudio. Todos los años se publican y la Comisión Europea alerta de la necesidad de programadores. Cientos de miles en toda Europa. Millones de parados jóvenes en España. ¿Qué está pasando? ¿No sabemos interpretar el terreno? Parece que el tema va en la actualidad en serio,.. pero no sé si será mucho ruido y pocas nueces, pero la Comisión Europea activa con la industria Filling the Gaps: e-skills and Education for Digital Jobs. Todos los años se realizan esfuerzos como la e-Skills Week para promover el interés y la promoción sobre las e-Skills y los perfiles profesionales de las TIC. Esto no se soluciona con una semana. Es un problema estructural y requiere «cirugía de urgencia«.
Cada vez creo menos en grandes soluciones y pienso que las acciones pequeñas, que se pueden «virilizar», con propuestas de aprendizaje informal, aprender unos de otros y con planteamientos de abajo a arriba son más eficientes y sostenidas que grandes propuestas de «arriba».
Con este preámbulo me pregunto, ¿Por qué los Telecentros no recogen el testigo de ser un recurso «sexy» para los jóvenes y se desarrollan programas para atraer el interés por programar y ser generadores y creadores de contenido y aplicaciones?. En Telecentros de «primera generación» el uso de jóvenes es restringido, acceso a ocio y uso pasivo, siendo únicamente consumidores pasivos de la red.
¿Se podría pensar en darle la vuelta al Telecentro? Sería una visión comentaria al modelo del Flipping Telecentro.
Para reflexionar sobre este enfoque me parece excelente el artículo: «Aprender a programar como se aprende a leer«, además de ser una guía para empezar a diseñar una acción. Y si tienes algo más de tiempo, puedes ver cómo incorporan estos enfoques en escuelas de Vietnam y los resultados tan sorprendentes. Luego nos preguntaremos cómo es posible que las TIC afecten tanto a la Economía. Un pilar es la educación y las diferentes entre países emergentes y occidente empiezan a ser inalcanzables.
Aprender a programar tiene diferentes consecuencias y todas positivas:
- Aprender a programar es conocer la herramienta que usan por dentro.
- Existen múltiples propuestas basadas en práctica, con orientación lúdica y con metodologías para diferentes edades.
- Aprender a programar significa desarrollar una mente lógica para otras facetas de la vida.
- Muchos programadores han sido autodidactas. Imaginas los telecentros como una «cantera de programadores» que les ayudará en la toma de decisiones académicas y profesionales.
- La progamación a determinados niveles es transversal a distintas profesiones.
Es creciente el número de países que están enseñando a escribir código a los jóvenes como aprender a leer. Los Telecentros pueden ocupar este espacio mientras las autoridades educativas reaccionan. Los Telecentros deben de poner en valor su flexibilidad, ser gacelas para responder a las demandas y no elefantes con reacciones lentas a los cambios y evoluciones de la sociedad. ¿Cómo lo ves?
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