Llevamos desde el año 2006 trabajando estas cuestiones y son muchos miles los niños, niñas, jóvenes y familias que van participando en los diferentes talleres que organizamos. En los dos últimos años, hay que decir que con la «popularización» de Facebook o Tuenti, se ha disparado el interés especialmente entre padres/madres y solemos poner el cartel de «No hay sitio» en las sesiones que organizamos con las AMPAS porque suelen llenarse. Pero la semana pasada realizamos un taller que me apetece compartir con vosotros. Os cuento:
El taller al que me refiero se organizó en colaboración con la Fundación Síndrome de Down de Madrid. Ha sido una experiencia muy satisfactoria, tanto desde el inicio en la organización (e implicación de la dirección y el personal técnico, en especial Luisa Verdú) hasta una evaluación que hemos realizado estos días para ver qué ha pasado después de nuestro paso por FSDM.
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¿Por qué surge el interés de FSDM en que las personas con las que están trabajando tengan formación sobre los riesgos de internet y pautas para un uso seguro de Internet?
Han sido dos las motivaciones principales: (i) Las personas que acuden a la FDSM están participando en proyectos formativos focalizados a su inserción laboral. En su preparacion tienen una programación amplia y específica en Tecnologías de la Información y la Comunicación porque se les demanda en la mayoría de los puestos de trabajo a los que optan. Deben tener «competencias digitales» porque es frecuente que sus puestos de trabajo tengan terminales, programas, etc etc. y (ii) en segundo lugar, porque como jóvenes (y otros no tan jóvenes) disfrutan con internet, el móvil,… las tecnologías de la información en general y por lo tanto son conocedores expertos de sus oportunidades pero les faltaba trabajar y reflexionar sobre los riesgos y el ser ciudadano digital. ¿Qué conlleva?
Y así estuvimos un día trabajando con ellos y posteriormente con las familias. Yo no pude asisitir, y casi escribo este post transcribiendo la experiencia y las sensaciones que mi compañera de proyecto, Lidia Parra me trasladó. Se puede resumir en dos cosas: (i) Son geniales y (ii) qué gozada de taller.
Algunas cuestiones a tener en cuenta:
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Las personas con Síndrome de Down son internautas. Les encanta navegar y descubrir información de acuerdo a sus puntos de interés. Igual que cualquier otro ciudadano. Asi que la ciudadanía digital forma parte de las personas con Síndrome de Down.
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Nos advirtieron: «Si un taller no les gusta, no se quedan y «pasan». Se irían… y aquí estuvieron participando, preguntando una hora más de lo previsto. Han sido participantes entusiastas, conversadore, tertulianos, y dinámicos en el desarrollo del mismo.
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Manejan las TIC con «su» soltura. Saben cuál es el «terreno de juego».
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En general desconocen «situaciones» relacionadas con riesgos, pero cuando se les explicaban «entendían» algunas cosas que «posiblemente» les ha pasado.
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Han reflejado una preocupación de ayudarse entre ellos. Son colaborativos y se apoyan.
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Descubrieron que tienen una identidad digital. Y que la tienen que cuidar y definir ellos mismos.
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Que internet y el móvil son muy atractivos. Les da muchas posibilidades de relación, de trabajo, pero «no todos son amigos».
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Desde FDSM como proyecto educativo y laboral la educación en valores tiene pilares fuertes por lo que entendieron que muchas cuestiones de la vida son «parecidas» pero «en contexto internet». Es decir trasladaron rápidamente situaciones de la vida off, al mundo internet.
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Me centro más en los riesgos porque las oportunidades las han identificado perfectamente hace mucho tiempo a través proyecto TIC.
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Días después han «aflorado» situaciones que habrá que contemplar más de cerca. Por lo tanto el «post-taller» está teniendo resultados.
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E igualmente el interés mostrado por las familias ha sido muy alto, en tipos de preguntas, cantidad, curiosidades, reflexionar sobre cómo trabajar estas cuestiones con ellos, compartir enfoques y preocupaciones, etc etc.
Y cualquier docente en su día/día recibe una retroalimentación de cada clase, de cada taller que imparte pero en este caso Lidia ha aprendido mucho más de lo que esperaba. «No ha sido un taller más», me dijo reiteradamente. Esta actividad se enmarca en el Proyecto TIC Fundación Síndrome de Down de Madrid que persigue asegurar que los beneficios de la Sociedad de la Información se extienden a todos incluyendo a las personas con discapacidad favoreciendo así su integración social, educativa y finalmente laboral.
Y no fue todo internet y seguridad en la red. También hubo tiempo para conocer la calidad artística que tienen las personas con Síndrome de Down.
Una prueba es esta pieza llena de color, luz, optimismo y frescura que realizan a través de ARTEDOWN