Hasta hace poco colaborar con una ONG consistía en dar dinero u ofrecer gran parte del tiempo en proyectos solidarios, pero a través de la red están surgiendo iniciativas que amplían las posibilidades de ayudar, contribuyendo con conocimientos, con pequeñas acciones o micropagos. Proyectos donde la colaboración de  «muchos anónimos»  sustituye a las grandes financiaciones, que suponen una alternativa al modelo de las ONGs tradicionales.

 Microvoluntarios propone tareas de alrededor de una hora como para traducir un documento de una ONG, diseñar la cabecera de una página web, o mandar mails para difundir un acto solidario en tu ciudad.

Akvo es una plataforma en la que puedes ofrecer tus conocimientos sobre tecnología para crear infraestructuras de agua más baratas en el tercer mundo, o ayudar a editar vídeos de difusión de campañas. Son algunos ejemplos de acciones voluntarias que se basan en el «crowdsourcing«, la colaboración de miles de personas que ponen su grano de arena para proyectos solidarios.

 The Extraordinaries,  plataforma que ofrece posibles tareas para los ratos muertos: ayudar a una persona inmigrante a mejorar su idioma, grabar en audio el texto de una web o documentar con fotos el mal estado de la vía pública.

Para saber más sobre el micro-voluntariado como una forma nueva de cooperación internacional, que pueden estar basadas en mecanismos y aportaciones diferentes basadas en la participación ciudadanos, y en «bancos de tiempo y de tareas» que se ponen a disposición de diferentes causas – sin necesidad de realizar desembolsos económicos -.

Para saber más, te recomiendo esta entrevista: http://www.crisscrossed.net/2009/04/02/micro-voluntarism-a-new-form-of-international-cooperation/