La REDvolution de los Cibervoluntarios, con la tecnología, la innovación social está en tus manos
Legoview con Yolanda Rueda – Presidenta de Cibervoluntarios – e Irene Gómez – Coordinadora de Proyectos Internacionales de Cibervoluntarios
El modelo que Yolanda e Irene construyen para representar la Redvolution que desde Cibervoluntarios se va articulando en el desarrollo de sus proyectos se articula a través de tres componentes claramente diferenciados.
1.- En la parte de la de la derecha, – gris y plana – se representa el ámbito en el que se encuentra el ciudadano que no está conectado. Hemos representado un entorno en el que hay símbolos de poder, y la gente no mira más allá de lo que tiene establecido en su ámbito cercano e inmediato. En el modelo se han incluido unos “ojos” que se están mirando entre sí, tienen herramientas y posibilidades a su disposición – tanto tecnológicas como no -, pero los ciudadanos no tienen mucho acceso, ni motivación ni ayudas que favorezcan el acceso a las herramientas.
Este ciudadano sí puede tener la posibilidad de acceso, pero no son capaces de identificar las diferentes aplicaciones y usos que pueden llevar a cabo con ellas, y en este contexto hay ciudadanos que no acaban de darse cuenta de todo lo que podrían lograr si utilizasen se empoderasen con herramientas. No alcanzan a reflexionar y analizar sobre el uso amplio que las Tecnologías de la Información les pueden proporcionar.
2.- Desde Cibervoluntarios se trabaja para ayudar a que el ciudadano se dé cuenta del uso que puede realizar de las herramientas y que le permita explorar nuevas posibilidades y escenarios. Para ello han construido un segundo componente en el modelo: una escalera que representa un puente entre dos personas – aquella que está conectada y la que no lo está, pero quiere iniciar el camino.
En el puente encontramos a dos personas. Una de estas personas representa a aquellos ciudadanos que ve en la tecnología una posibilidad, pero todavía no conoce la operativa ni el alcance de las mismas. Tiene la intuición de que debe comenzar un camino. Y en el otro lado de la escalera se encuentra una persona que sí conoce las Tecnologías de la Información y la Comunicación y se conecta con aquella persona que quiere descubrir los diferentes usos que las TIC le pueden proporcionar.
La conexión inicial entre las dos personas le llevará a la persona desconectada a descubrir la punta del iceberg (al otro lado de la escalera). Esta conexión inicial le mostrará todo lo que puede surgir a partir de que una persona se empodera a través de las TIC. Cuando la tecnología se usa de forma adecuada, eres capaz de modificar tu entorno, tu realidad, puedes participar de la sociedad, relacionarte y ser capaz a su vez de construir nuevos puentes en función en los intereses de cada persona: eso es algo que cada uno tiene que descubrir.
La relación que existe entre las dos personas que están en el puente no es solo de índole tecnológica. Es muy importante establecer unos códigos de conexión, de mirada mutua, de humanidad entre ambas, realizar un ejercicio de escucha en las dos direcciones, de manera que la mirada sea más amplia y el mundo al que llega la persona que estaba desconectada se vea como más transparente.
3.- El tercer componente del modelo es la punta del iceberg al que acceda la persona que ha cruzado el puente. Nos encontramos con una representación del entorno más colorido, más abierto, irregular en sus formas porque nos encontramos con contextos y realidades heterogéneas, se generan nuevas oportunidades, es un mundo más en consonancia con la creatividad, más oportunidades en función de las relaciones e intereses que la persona conectada va construyendo.
El ciudadano conectado está mejor con su entorno.
El ciudadano conectado no quiere decir que sea extremadamente tecnológico. El rasgo que se subraya a lo largo del desarrollo de la Legoview con Yolanda e Irene, es la de fortalecer la figura de un Ciudadano Conectado. Este ciudadano no se caracteriza por ser un tecnoadicto que está con el último gadget o está con la última tendencia tecnológica. El ciudadano conectado por el contrario, utiliza lo que tiene tecnológicamente a su alcance para mejorar su entorno, su realidad social más inmediata, trabajar/construir y mejorar a través de sus redes, mejorar sus relaciones,…y las tecnologías de la información permiten a este ciudadano intervenir para que su entorno se vaya expandiendo. Por este motivo, el ciudadano conectado se ha representado en movimiento, con posibilidad de seguir aprendiendo y con una mirada hacia afuera.
La importancia de transmitir conocimiento
Las personas que quieren dar el paso y cruzar ese puente necesitan identificar un apoyo que les conecten. Esa conexión se realiza entre dos personas y se instrumentaliza a través de las TIC. Establecer la “conexión” es fundamental, de ahí que Yolanda e Irene describen Cibervoluntarios representando un modelo de ciudadanos conectados en los que consideran clave el ejercicio de cooperación que se realiza, de ayuda, de facilitar colaboraciones entre iguales para identificar soluciones que a veces por uno mismo no se ven.
De este modo el ciudadano conectado es colaborativo, participativo y en definitiva se le enriquece con herramientas, capacidades y competencias a través de las TIC que favorecen las decisiones que afectan a su alrededor, a su entorno y al tipo de vida que quiere tener desde diferentes perspectivas.
El puente es la mirada.
Un ciudadano conectado también puede “cruzar el puente” en la dirección contraria y ayudar a personas que se encuentran en el “mundo gris”, en el mundo de la desconexión y ponerse delante de la mirada de los otros ciudadanos, para facilitarles u ofrecerles que crucen el puente.
No se trata solamente de estar en el mundo tecnológico sino que es necesario establecer un vínculo con el otro mundo para lograr que aquellos ciudadanos desconectados y que desconocen las posibilidades que existen “crucen ese puente”, por lo tanto es muy importante reflejar que el valor no sólo radica en las capacidades que adquiere y desarrolla el ciudadano conectado, sino que el valor está sobremanera en cómo se atrae la atención de aquellos que se encuentran desconectados y desinteresados por la tecnología y cómo se les ayuda a cruzar ese puente.
El cibervoluntario es la persona que facilita que otros ciudadanos crucen ese puente y cambien su visión de cómo se puede modificar su entorno o sus ideas. Y en esa relación, el puente es la mirada que establece el cibervoluntario con la persona que no está conectada.
REDvolution: 3 conectores.
El camino que un cibervoluntario establece a través del puente tiene presente tres conectores con la intención de abrir diferentes posibilidades en la persona no conectada y hacerle ver las opciones que puede descubrir.
Estos tres conectores son:
1.- Las ideas: aquello que vas construyendo con la persona con la que estás trabajando.
2.- La tecnología: los medios con los que se constuye.
3.- Parte humana: conexión entre las personas con las que trabajas.
Por lo tanto, el cibervoluntario acompaña a esta persona y le lleva a una punta de un iceberg – que en el modelo tiene diferentes colores y formas – para que posteriormente avance y descubra nuevas realidades, nuevas ideas, nuevas conexiones que de otro modo en el lado “gris y plano” no podría explorar.
El cibervoluntario no realiza esa labor de acompañamiento de manera individual con la persona que “cruza el puente”. Suelen trabajar varios cibervoluntarios con esa persona, con la intención de compartir y enriquecer la experiencia entre ellos y aportar diferentes visiones, para que el camino que se inicia través del puente sea más robusto generando un aprendizaje en diferentes direcciones.
Yolanda e Irene subrayan a través del modelo construido la visión que desde Cibervoluntarios consideran crucial conectar ciudadanos ya que es un factor clave para que éstos puedan participar y cambiar la sociedad así como su entorno inmediato. Un ciudadano conectado tiene más posibilidades, más colores, mas matices, identifica oportunidades, es capaz de proponer y activar cambios en función de por donde mires y del proceso de empoderamiento tecnológico que vaya realizando. En este proceso se dará cuenta que la realidad es compleja pero que tiene capacidad de generar propuestas y provocar cambios.
El modelo se enriquece desde Cibervoluntarios al subrayar un rasgo fundamental: las conexiones que puede establecer con otros ciudadanos. Especialmente atrayendo a aquellos que están en la “zona gris del modelo”. Por lo tanto, el cambio más significativo es atraer, llamar la atención de ciudadanos no conectados para que crucen el puente, modificando la situación de terceras personas es como se inicia la REDvolution.
El ciudadano que se encuentra en la zona gris, el que no está conectado puede revolucionarse¸ puede protestar y participar pero su nivel de alcance no le permitirá generar y vivir una REDvolution como ocurre con los ciudadanos conectados. Éstos disponen de nuevas herramientas y contextos de participación para construir nuevas realidades.
Desde la REDvolution de las personas conectadas hay un factor determinante que es el movimiento y la participación para construirse a sí mismo, pero también construyes nuevas relaciones, nuevas realidades, nuevas oportunidades ya que el conocimiento y las relaciones se amplían. De este modo la REDvolution tiene una doble dimensión: es propia por una parte – de la persona conectada – pero al mismo tiempo se genera con otras personas para innovar / mejorar / cambiar el contexto. Así, la REDvolution genera a su vez un contexto de creatividad, de participación, de opciones y alternativas que permite la construcción de ecosistemas innovadores, siendo clave para decidir cómo quieres tu vida.
Puedes acceder a la publicación “Redvolution: el poder del ciudadano conectado” donde encontrarás una selección de ideas, experiencias y entrevistas sobre iniciativas y proyectos que usan la tecnología desde un punto de vista social e innovador.
Puedes consultar otras Legoviews en La Servilleta:
- Knowmads: trabajadores del pensamiento y de la innovación. Legoview realizada a Juan Domingo Farnos.
