La innovación con otra mirada
Se habla continuamente de innovación en educación y muchas otras variaciones que combinan el término “innovación” aplicado la educación. En este sentido, me pregunto ¿qué puedo aportar con una reflexión más que ponga el foco en innovación + educación?
Quisiera proponerles otra mirada a la innovación. En la mayoría de las ocasiones al pensar en cómo una organización – un centro educativo en este caso – puede innovar es frecuente enfocar la innovación desde una perspectiva “cerrada”: ¿qué conocimientos y medios tenemos internamente? ¿Qué sabemos o en qué pensamos que podríamos innovar? Y posiblemente nos encontraríamos con respuestas del tipo:
- Se puede innovar en tantas cosas.
- Siempre hay espacio de mejora.
- Yo pienso que deberíamos innovar en ….
Y al final nos podríamos encontrar con propuestas un tanto endogámicas procedentes del conocimiento, de la experiencia o de los intereses particulares o grupales de áreas concretas del centro educativo.
En clave de innovación abierta
Henry Chesbrough acuñó el término de Innovación Abierta, como una estrategia de innovación a través de la cual las organizaciones van más allá de sus límites internos cooperando con colaboradores y expertos ajenos a la organización. En definitiva, nos está diciendo que se adquiere un mayor valor si se combina el conocimiento interno con el externo. No es sencillo para un centro educativo aplicar Innovación Abierta en un sentido pleno y absoluto como lo plantea Henry Chesbrough, pero sí quisiera recoger la idea de combinar conocimiento interno y externo. En este sentido, considero importante y factible adquirir el conocimiento externo.
¿Qué escuchamos fuera del centro educativo?
Evidentemente la respuesta a esta pregunta será muy variada en función de cuál sea la dirección de escucha. En función de qué valores, necesidades o prioridades tenga el centro educativo, la dirección de la escucha y las referencias serán unas u otras.
Pensemos en clave de “clientes” y hagamos solamente el ejercicio de escuchar qué nos dicen. Es decir, no emitimos juicio ni elaboremos argumentos o justificaciones.
Pongamos un ejemplo de escucha:
- Universitarios asqueados: casi la mitad se arrepiente de la carrera que estudió.
- La mitad de los estudiantes se decanta por una carrera sin futuro.
- Artículo sobre la importancia de los estudios STEM y el futuro del trabajo.
- El 65% de los alumnos de primaria trabajarán en empleos que hoy no existen asociados a la Revolución Industrial 4.0
- ¿Por qué quiero que mis hijos sepan empatía antes que inglés?
- ¿Qué educación necesitan nuestros hijos para afrontar el futuro?
Tenemos una colección de “mensajes” que anuncian una realidad del contexto de nuestro centro. Al mismo tiempo, sabemos que tenemos que cumplir con unas obligaciones curriculares del centro, disponemos de recursos limitados y todo lo que a ustedes se les ocurra.
Pero mi optimismo me obliga a preguntarles:
¿Cómo podríamos innovar en el centro para responder a esta realidad social, laboral y ciudadana que nos están anticipando los expertos, laboratorios de innovación educativa, periodistas e investigadores?
¿Cómo innovar?. ¿Por dónde empezamos?
Nuevamente es momento de mirar al exterior o a otros sectores. ¿Qué metodologías de innovación se están empleando con más intensidad en estos momentos en otros contextos? Personalmente me estoy moviendo con 4 herramientas /metodologías que me permiten facilitar procesos de innovación tanto en el sector público como privado.
- Solución Creativa de Problemas. (No es sólo creatividad e ideación). Es un proceso mas global e integral para identificar las mejores propuestas a problemas concretos.
- Design Thinking
- Lego Serious Play
- Tarjetas Diagnósticas
Design Thinking para educadores
Tomando como base una definición de Tim Brown, CEO de IDEO, sobre Design Thinking realizo una adaptación de la misma al contexto de la educación.
Design Thinking aplicado a la educación es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de los estudiantes, con lo que es tecnológicamente factible y con la viabilidad del centro educativo para convertir en valor una oportunidad para el estudiante/docente/familia y que repercuta en una mejor educación.
Design Thinking implica trabajar de un modo colaborativo, interdisciplinar, centrado en el usuario, experimental, interpretando y aprovechando el potencial de las tecnologías – que en el caso del sector educativo es una excelente oportunidad que hay que aprovechar para innovar-. Aunque no es la única.
Entender, Observar, Definir, Idear, Prototipar y Testear son las fases sobre las que innovamos, testeamos y obtenemos aprendizajes a través del Design Thinking.
Os animo a explorar esta metodología y veréis que los resultados son muy satisfactorios al igual que las relaciones e interacciones que se generan entre las personas que convoqueis al proceso de innovación. Y si no os atrevéis a realizarlo de un modo autónomo, un facilitador innovación os puede ayudar a desbloquear ideas y a descubrir innovaciones que están dentro de vosotros. En ese caso, estoy a vuestra disposición, escríbeme y hablamos: pacoprietodiez@gmail.com
De este modo, otras TIC (que no sean las famosas tecnologías de la información y la comunicación) pueden convivir en el aula. Me estoy refiriendo a Tecnología, Innovación y Creatividad.
Este post fue escrito para la Comunidad ScolartTIC, una excelente iniciativa de Fundación Telefónica.