El próximo 10 de noviembre participaré con mucha ilusión en el 7º Congreso Internacional de Ergonomía y Psicología Aplicada en una mesa redonda sobre Ciudades Inteligentes vs ciudadanía inteligente. Compartiré mesa con Dña. Gema Igual – Alcaldesa de Santander – y con Dña. Roxana del Rosso, Universidad Nacional de Cuyo, Argentina.
Me parece fantástico que desde un Congreso de Ergonomía y Psicología Aplicada se ponga el foco en cómo las ciudades se tienen que adaptar a nuevos patrones de comportamiento de la ciudadanía en su interacción con la tecnología. También es apasionante cómo las ciudades responden a sus grandes retos: crecimiento de la población urbana, eficiencia energética, participación ciudadana, sostenibilidad, … apoyándose en la potencialidad que ofrecen las Tecnologías de la Información y otras tecnologías emergentes.
Para mí es impensable pensar en una ciudad que no aproveche al máximo el potencial que le aportan las Tecnologías de la Información y la Comunicación para optimizar su gestión y hacer una ciudad mas amigable para su ciudadanía. La duda que me gustaría despejar en esta mesa es si las Smart Cities están desarrollándose e implementando soluciones de la mano de los Digizens (ciudadanía inteligente) o si hay parte de la ciudadanía que se puede quedar excluida por un conjunto de soluciones, apps y herramientas tecnológicas que llegan parcialmente a su smartphone por edad, por carencia de competencias digitales o simplemente por falta de interés en el uso aplicado de las TICs y redes sociales.
De momento tres cosas sí parecen ciertas:
- El desarrollo de las Smart Cities supuso un impulso para el sector tecnológico que encontró en las ciudades un mercado creciente para adoptar tecnologías que ayuden a mejorar la gestión urbana. El sector tecnológico español reaccionó bien a esta tendencia de la mano de ciudades como Santander, Málaga o Barcelona.
- Al igual que en otros ámbitos de la vida, las tecnologías en el contexto urbano tendrán un desarrollo creciente que nos irá sorprendiendo en sus aplicaciones prácticas, como es el caso del Internet de las Cosas.
- La ciudadanía que se apropia de la tecnología que las ciudades ponen a su disposición, son los verdaderos promotores de la smart city. Una cuidad inteligente sin personas que interactuan, participan y aprenden, será un fracaso.
Como dice Steve Wozniak, el Futuro es apasionante, y somos unos «becarios«. En el contexto de smart cities, aún mas si cabe.
Termino compartiendo el video de Steve Wozniak porque me emociona y comparto su mensaje en tan solo 1 minuto de duración. Desde mediados de los 90 participé en numerosos proyectos e iniciativas impulsoras de la Sociedad de la Información y de la democratización del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación por eso mirando hacia atrás aprecio los logros que nos reportó la adopción de las tecnologías.
Se han alcanzado logros impensables, pero todavía somos unos becarios. Lo que sí aprendí trabajando como consultor en creatividad e innovación, es la importancia que tiene incorporar a la persona – en este caso a la ciudadanía – en el centro del diseño y de las propuestas. Esa es la batalla: people first.
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